A la espera:
Esta técnica se basa en pasar lo más desapercibido posible y permanecer quieto a la espera de que algún pez curioso se acerque a una distancia en donde resulte fácil hacer blanco. Existen diversas variantes a la espera:
Al depredador: el pescador suele posarse en el fondo marino de forma se-mi visible, buscando activar la curiosidad de depredadores como la dorada, lubina o dentón. Rascar la roca o soltar burbujas suelen ser buenas técnicas. No obstante el pescador debe guardarse de hacer movimientos bruscos y debe evitar que el depredador lo considere peligroso.
Al paso: consiste en reconocer una zona de paso de las presas. El pescador se colocará de la forma más mimética posible para evitar que el pez le vea. Es de vital importancia la aproximación a ese lugar desde un sitio en el que el pez no nos vea.
En superficie: las anteriores técnicas están limitadas por el tiempo del pescador. En superficie esta limitación no existe, no obstante es muy difícil colocarse en un sitio en el que el pez no reconozca al pescador y huya.
En araña: tipo de pesca extrema realizada en alta mar. En esta pesca el pescador se coge a un lastre atado a una boya o embarcación y se deja caer para el fondo. La longitud de la cuerda atada al lastre señala la profundidad y el pescador se detiene entre 5 y 40 metros, para permanecer inmóvil boca abajo en esa posición. Depredadores marinos se lanzarán contra ese "cebo" que les han colocado, momento en que el pescador les disparará.
Dado que la distancia a la presa en este tipo de pesca es elevada se suelen usar fusiles largos para permitir más alcance.
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